March 11, 2007
con A de ángel.
Como si fuera ayer, recuerdo cuando a mí llegaste. Recuerdo hablarte desde antes de conocerte, desde antes de saber tu nombre. La felicidad del día en que supe que vendrías nada aún la ha podido superar. Al tenerte en mis brazos por primera vez sentí tu calor, el mismo que sentí hoy al abrazarte a la mala, y por si fuera poco, aún siento miedo de dejarte caer cada vez. Casi desmayo con tu primer ‘te amo’ hacia mí, y cada vez que lo dices mis rodillas aún se tambalean, las pobres no se acostumbran a tanto amor. Tu olor a vida me impregna a cada paso, y a cada paso nos acompañamos. Te espío cuando duermes, y me siento llorar por dentro. Como quisiera poder entregarte un mundo perfecto, en el que lágrimas nunca corran por tu piel cuando alguna chica te rechace, o cuando te des cuenta de que las personas a veces no usan, nos lastiman, nos pisotean. O cuando te duela la traición de algún amigo o de alguna mujer. No verte sufrir por los problemas que te agobiarán, que se acumulan. Como quisiera protegerte, no liberarte hacia un mundo en el que existo. Como quiero que crezcas cada día mas, pero sé que cuando pase querré tener los frascos de Alicia en el País de la Maravillas para que vuelvas a empequeñecer, y seas mi niño grande, que al abrazarme aún lo haces por las piernas, que al comer helado se chorrea por doquier, que le gusta jugar a las escondidas y puyarme jugando al doctor. Extrañaré que me pidas hojas y un lapicero para dibujar “círculos” y la letra de ‘Armando’ y ‘Mónica’. Ya extraño que me digas Tuta, pero no te preocupes, que lo superaré. No quiero pensar en el día en que seas muy cool para estar conmigo, el día en que sea muy vieja para jugar contigo. Prefiero recordarte como ahora, cuando sigo siendo tu juguete favorito. Ay, que problema. Querer verte crecer, y a la vez no. Tenerte para mí siempre, y cuidarte y protegerte del mundo, que nunca sufras, que nunca cometas errores de los que te arrepentirás. Pero yo, mi vida, te dejaré crecer y caer con el dolor de mi alma. No podré protegerte nunca de la aflicción, pero ayudaré a levantarte cuando tropieces. Sé que muchas veces me llenarás de orgullo como cuando te dieron tu certificado de que ya dejaste de usar el pamper. Feliz cumpleaños, mi Mando. Gracias por ser lo que más amo en la vida, y más aún, ser mi todo cuando todo lo pierdo.
 
posted by m.arias at 10:58 PM | Permalink |


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